Marcha Nocturna - Claro de Luna

El evento de la marcha nocturna del Claro de Luna comenzó en 2013, de la mano de Ángel Esteve, su mujer María y José Alfredo Cascales. Se trataba de importar a Abanilla una actividad que se realizaba en su tierra de adopción, en Ripollet, donde en una noche, cercana a una Luna llena, se reunían cientos y miles de personas a hacer un recorrido por su ciudad.

En el caso de Abanilla, el recorrido discurre por el Olivar de Abanilla hasta llegar a Mahoya, donde los dos establecimientos aportan agua, melón y sandía a modo de avituallamiento, reiniciando posteriormente la vuelta inicialmente por el Atajo, pero desde 2022 por la Vía peatonal del 3 de mayo.

Trasladar este tipo de ideas siempre cuesta, pero cada vez y conforme pasan los años es más fácil reunir a más gente, pues en 2013 hubo 153 personas y en las últimas ha habido más de 400, a las que es preciso agradecer el esfuerzo físico.

Si bien en las primeras ediciones la realización del evento corrió a cargo de Ángel y varios colaboradores más a título personal, con la ayuda del Ayuntamiento en cuanto a la asistencia para los cortes de carreteras, fue en 2019 cuando se llegó al acuerdo de que para una mejor organización y facilidad para todo, esta actividad se incluyera en la planificación de actividades de ACUNA.